En el Tao sanador, los Montes nevados y las Flores de loto son los templos sensuales más importantes de la mujer. Por ellos circula la energía hormonal femenina, la vibración del placer en resonancia con la gruta sagrada y la Lámpara de la luz de la Luna, y los Montes guardan la esencia del Ser, de la feminidad, sus sensaciones y sentimientos.
Acariciarlos debe ser siempre una meditación, una veneración que busque el deseo más exquisito para la mujer amada.
El Masaje de los Montes y las Flores es una maravillosa experiencia sensual, sanadora y liberadora.