REFLEXIONES de HUMANISMO TAOISTA

Recuerda... Has encarnado para ser feliz. 
La felicidad es un estado natural del Ser.
Cuando nos re-encontramos con nuestra senda nos sentimos en paz,
con alegría, seguridad, liberación y... Felicidad

Occidente ha confundido el deporte marcial con el Arte Marcial. 
En Oriente, toda disciplina de saber-conocer-practicar es un Arte. Puede ser sanador como la Medicina China. Puede ser marcial como el Aikido o Kendo, o tantos otros, puede ser sexual como el Tao sexual sanador.
Puede ser la escritura, la poesía, el Chikung, Taichi...
En realidad todo es un conjunto de expresión del CHI (QI) y será cada Ser Humanidad quien le confiera su propio desarrollo.
Y todos son caminos espirituales del Jing al Shen, pasando por el Soplo/Chi

El Taoísta, aikidoka o sanador, es un guerrero de la Luz.
Su código es la Humildad, la Sencillez, la Fidelidad, la Conciencia de su fortaleza
y el desarrollo de su camino espiritual

Cuando perdemos el Centro/Shong nos alejamos de la senda de vida, de nuestra propia esencia, y le permitimos el acceso a la enfermedad y a las emociones negativas.
El Taoísta busca siempre equilibrar su Centro/Shong, y lo hace decidiendo cada paso de acuerdo a su deseo, a lo que realmente quiere, y teniendo claramente en su conciencia que ha encarnado para ser feliz.

¿QUÉ ES EL HUMANISMO TAOISTA? 
Ren Tui 17 de abril de 2022

El Ser Humanidad ha perdido la capacidad innata de escuchar. 

La escucha, por supuesto, no se refiere al sentido del oído, sólo, sino que se trataría de toda la información, estímulos, sensaciones. sentidos que recibimos constantemente, comenzando, precisamente, por el propio interior, por las conversaciones constantes del Maestro corazón con el resto de las emociones, órganos, seres que componen nuestro Ser Humanidad.

No escuchamos bien, porque nos han enseñado a oir los mensajes que esta sociedad patriarcal y machista, nos dicta constantemente. Mensajes de la moral, de las religiones, de la política... De una sociedad marchita y esclavizante, de una sociedad castrante e interesada en que no avanzamos libres por nuestra propia y personal senda.

No escuchamos bien, por eso necesitamos intérpretes, a los que oímos, para poder comunicarnos con la Naturaleza, con el Tao, con el entorno... Incluso necesitamos intérpretes para comunicarnos sexualmente con nuestros amantes. Nos han creado un vocabulario, una gramática, incluso una melodía sexual para enseñarnos a gozar, a tener placer, a no mover nuestra energía orgásmica.

La meditación y la oración, incluyendo la más importante, la sexual, nos enseña y hace trabajar la escucha, desde el silencio hacia el exterior que nos produce el estado de paz interior que nos proporciona, principalmente, nuestros juegos sexuales. Al quedarnos fuera, aislándonos, del murmullo social, de las consignas constantes, de las enseñanzas patriarcales, re-aprendemos, re-cuperamos la propia escucha, y nos re-conocemos como Ser Humanidad, Ser Amoroso, Ser Sintiende y, Ser Sexual.

Comenzamos la Enseñanza de Tao sexual, para re-aprender a escucharnos, re-encontrarnos con nuestra senda, volver a sentir nuestra esencia femenina y nuestra esencia masculina... Formación On line... Infórmate si te vibra esta energía.

¿QUÉ ES EL HUMANISMO TAOISTA? 

Vivimos en una sociedad excesivamente globalizada, en la que los conceptos, ideas, pensamientos, deseos, se han hecho impersonales, grupales, dirigidos, castrantes. El Humanismo taoísta es la referencia que el Ser Humanidad tiene con la Creación, con el Tao.

Humanismo, Humanismo cristiano, son conceptos occidentales, filosóficos, que ponen al ser humano en el centro de la existencia y lo relacionan con el entorno; y en el caso del humanismo cristiano, centrándolo en la vida de la Iglesia y de Jesucristo.

El Ser Humanidad no está solo. Forma parte de la Creación e interactúa con el Tao, porque él mismo es Tao. Todo es Tao, todo el Universo conocido, y el Ser Humanidad, nosotros, cada persona particular, es todo el Universo en su conjunto.

EL Humanismo Taoísta busca vivenciar esa relación Ser-Tao, persona-creación. No pretende entender, porque es sabedor de que la mayor parte del Tao es, para nosotros el Misterio,  oculto a nuestra consciencia y, sobre todo, a nuestro conocimiento cognitivo. Busca, armonizarse, cada Ser, con esa Vibración de vibraciones que es el Tao, resonar melódicamente, y re-encontrar la Senda de vida que, cuando sólo era un Destello de luz azul, pactó con el Tao.

El Tao para nosotros es humano, porque no lo podemos concebir, entender, vivir de otra manera; no tenemos mayor capacidad, estamos, aún, muy limitados. El Tao es todo, por eso, al humanizarlo, creemos que nosotros somos todo, que toda la creación, principalmente nuestro mundo conocido, Tierra y sus aledaños, gira en torno al Ser Humanidad. 

Hay tantos Humanismos Taoístas como Seres humanidad. Cada quien lo entiende y vive a su manera, con sus capacidades, con sus deseos y limitaciones.  

Si vivimos en armonía con el Tao, nos sentiremos libres, seremos libres, sin ataduras a condicionantes externos, sociales, morales, religiosos. Caminaremos con libertad por nuestra propia senda, sin que los demás nos dirijan la marcha. Y viviremos, gozando, un estado de auténtica felicidad, porque nos sentiremos, realmente, Tao.

LA PAREJA, ¿LA ÚNICA FORMA DE RELACIÓN SOCIAL ADECUADA SEXUALMENTE?

Nos han enseñado a que vivimos en sociedad, que somos seres sociales y que nos tenemos que relacionar para estar sanos. Es cierto. También nos enseñan que debemos caminar hacia la relación en pareja, estable, duradera, basada en el amor y el respeto mutuo. No es cierto.

La realidad es que el ser humano, hombre y mujer, no nacen con la disposición de vivir en pareja, de unirse permanentemente a otra persona, es exclusividad, ni siquiera para el tema de la familia, tan moralmente controvertido.

El ser humano, Ren, es tribal, y antes que esto, solitario, una unicidad con el Tao. Nace en una tribu, llamémosla como queramos, en una sociedad, pero desde el primer instante de la concepción, cuando se transforma en un embrión, y llega, astralmente, a un acuerdo con el Tao para su senda de vida encarnada, el Ser es una unidad, independiente, solitaria, única.

Somos tribales, de manera que la idea moral-social de una pareja familiar es un invento del Patriarcado, creado cuando Ren dejó de ser nómada y se transformó en agrícola. En esos momentos, no servía la tribu como poseedora de la tierra, de la herencia, sino que se cambió a un sistema en el que se pudiera controlar el terruco. Y no olvidemos que, por encima de esto, el patriarcado creo, diseñó el sistema de relación en pareja entre hombre y mujer, como la manera de supeditar a ésta al esposo, de manera que, aunque eran dos Seres Ren los que se unían, en realidad se transformaba en una sola unidad, controlada y gobernada por el género masculino.

Esto nos ha llevado a que como la relación más adecuada para la economía social desde hace más de 5.000 años es la pareja-matrimonio, el Sexo, se ha orientado exclusivamente en cuanto a lo moral-políticamente correcto a esta relación, aportando la castración relacional y sexual y emocional de la fidelidad, de la entrega total, de la falta de libertad de cada uno de los miembros de esta pareja.

El Ser sintiente es una unidad de manera que transita por este plano desde su unicidad y libertad. En todos los ámbitos de su existencia, también, por supuesto, en el más importante: el sexo.

No importa que la nueva sociedad esté permitiendo otras formas de matrimonios y parejas: homosexuales, transexuales, etc.; porque en realidad se basa en lo mismo: dos personas que se someten a un estado esclavizante y perverso, porque anula la senda de vida de cada uno de ellos.

El sexo, como energía más interna, sagrada y fuerte de este plano terrenal tiene su especial castración en la pareja monógama. La persona no se realiza, porque se somete a la entrega al otro. No fluye, porque le enseñan que sólo ha de fluir con el otro. No se expansiona, porque debe crecer sexualmente de acuerdo a la energía de la pareja, y no a la suya propia.

EL CENTRO Y LA SENDA DE VIDA

Cuando nos encarnamos, llegamos a un acuerdo con el Tao, con el Universo, de manera que aceptamos realizar un trabajo, que nosotros escogemos, para el buen desarrollo de la Creación. A cambio, el Tao nos ofrece todo cuanto necesitamos para realizar esta misión.

Hasta los 7 años (niñas) y 8 años (niños) el Ser que somos está creciendo en sabiduría, experiencia y se formula como inteligente y libre. Hasta esos momentos, el niño/a tiene conciencia de su Centro, y de su Senda de vida. Lo tiene porque desde su unicidad, sabe que él es el centro. 

Pasado este umbral de tiempo, el Ser comienza a perder su capacidad de crecer desde su propio centro, para centrarse en algo que se le impone: familia, sociedad, religión, moral, cultura. 

Ya no es libre. Y comienza a perder su centro y la conciencia de su senda de vida, de manera que se pierde, se bloquea, y comienza la enfermedad, la desarmonía de sus planos, el desequilibrio de sus órganos-emociones-cuerpo-espíritu.

La Fascia, la gran comunicadora de luz, pierde parte de su potencial, porque centramos la importancia en la mente-pensamiento-razón. Y el Ser pierde la facultad de escucharse así mismo, de comunicarse a través de sus canales de luz y, especialmente, de la Fascia que es su principal foco de luz, física y astral.

El niño continúa sintiendo, imaginando, soñando, recreando lo que es su Senda de vida, pero la sociedad le invita, cuando no obliga, a tomar este don humano, como algo prescindible. Y lenta, pero inexorablemente, el Ser pierde conciencia de su centro, de quién es, de cual es su misión en este plano físico.

Por ello, a partir de ese momento, la persona ya no enferma, sino que es un enfermo. El desequilibrio es total y camina por la vida por senda equivocada, lo que es peor, por una senda creada artificialmente por la sociedad.

Recuperar el Centro. Recuperar la Senda de vida. Recuperar la salud es la idea fundamental del Tao sexual sanador. Y para ello, tenemos la trinidad básica del ser sintiente: Deseo-Placer-Orgasmo. 

El niño hasta los 7 u 8 años goza, siente el placer desde su libertad, su unicidad, sin que le importe nada más que eso. Es la culturización y sociabilización las que le harán que deje de lado su placer-deseo, su sexualidad, para reclamarle su energía para el bien común; a través de la razón.

Por ello, para volver a encontrar el Centro y la Senda de Vida, debemos volver a ser niños. Como decía el Maestro Jesús: debes volver a ser niño y entrar de nuevo en el seno de tu madre. 

Qué gran verdad. Debemos volver a nuestra unicidad, a nuestra esencia de Ser Sintiente, Amoroso, Sexual, Libre. Debemos continuar la vida sabiendo lo que somos, y para ello, haremos las prácticas que el Tao sexual sanador nos muestra: respirar-relajar-meditar-sanar-gozar. Con ello tendremos de nuevo la paz interior infantil que nos hará visualizar, de nuevo, nuestro camino.

LA SEXUALIDAD EN LA SOCIEDAD DE HOY

La sexualidad, el sexo, hoy en día no es consciente, porque seguimos bajo el yugo del patriarcado y de un sistema moral  conservador en cuanto a lo que la energía sexual hace por nosotros. Vivimos una sexualidad machista, violenta, compulsiva, pornográfica, mercantilista. Y, principalmente, catradora en cuanto a la unicidad y libertad de cada persona.

El Sexo sagrado es erótico, es un arte mayor de la voluptuosidad. Es un arte y quien lo practica, por lo tanto, un artista, que no sólo aprende en cada encuentro y con cada amante, sino que se permite dejarse inspirar, fluir, expandirse. Y para todo esto, debe ser consciente de un Sexo sagrado, libre y amoroso.

La sociedad patriarcal y judeo-cristiana-islámica en la que vivimos, y por extensión de la globalidad social, todas las culturas morales del planeta, mantiene una visión de la sexualidad genital, Yang. No sólo en la concepción del placer como un acto biológico que se desarrolla, principalmente, en los genitales, sino porque se estudia, analiza y enseña de forma científicamente biológica y, por lo tanto, genital. 

Sin embargo, el Sexo no es ni genital, ni meramente biologico, ni siquiera el placer y deseo nacen y se desarrollan en el cerebro (teniendo en cuenta que el ser humano, Rem, tiene 3 cerebros conocidos hasta ahora) sino que se desarrolla, nace, fluye en la totalidad del Ser sintiente, en todos sus planos, en todo su cuerpo.

Por todo ello, bajo esta dictadura castrante genital/Yang, se da culto a la eyaculación (masculina) de manera que el multiorgasmo, aunque conocido, no es la máxima expresión del placer, sino el orgasmo violento eyaculatorio. No se respetan los tiempos de Lo Femenino: lentos, pausados, sin fin, tiernos; sino que se predica una genitalidad pseudo placentera en el que el culmen está en la eyaculación masculina.

Con todo, tigresa y dragón se pierden una importante experiencia de deseo-placer-orgasmo, y, sobre todo, no experimentan todas las posibilidades que ofrece el sexo sagrado: liberar-se, expandir-se, crecer, gozar, ser feliz.

Vivimos, porque así nos lo enseñan, un sexo con miedo. Miedo a la enfermedad, miedo al embarazo, miedo al apego, miedo a no ser correctamente moral... Miedos. En lugar de vivir un Sexo sagrado amoroso, respetuoso, venerador y, exquisitamente placentero y multiorgásmico.

SEXUALIDAD CONSCIENTE

El Sexo para expresar, realmente, su realidad en el ser humano, ha de ser consciente. El Ser sintiente debe tener la consciencia de su realidad, de su senda, de sus raíces, para sentirse libre y poder expandirse y caminar. Así mismo, debe ser consciente de que el Sexo, su sexo, no es un apartado de su vida, sino la energía que todo lo envuelve.  

Tomar consciencia de Tu Sexo, es aceptarlo como algo sagrado. Es saber distinguir y apreciar las diferencias entre sexo genital y Sexo sagrado. Hacerte consciente de la sensualidad, del erotismo, de las costumbres sociales. El Erotismo taoísta es el arte de gozar de la belleza sexual desde el respeto y la veneración. Vivimos inmersos en un epigenoma genital patriarcal que nos impide tomar la consciencia de nuestra realidad como seres sintientes sexuales, que ha apartado el deseo-placer-orgasmo a una estancia muy concreta, oculta, reservada de nuestra senda, hasta el punto de apartarla a momentos, lugares y personas muy concretas; en realidad impidiéndonos sentir el auténtico objetivo del sexo: ser felices. Así, nos controlan más y mejor.

LA FELICIDAD.

No podemos pararnos en un estado de felicidad, porque perderemos la oportunidad de seguir creciendo y disfrutando. La felicidad es un estado en constante movimiento consciente, transformador y liberador.

Así es. nos enseñan a que la felicidad es prácticamente inalcanzable en este mundo, en esta sociedad, porque así hay control total sobre nosotros, sobre el individuo. No es así. De forma natural, el Ser Sintiente ha encarnado para vivir en un estado de total felicidad. Por ello, no debemos parar de sentirlo cuando creemos haber alcanzado un pequeño atisbo de felicidad, porque será quedarnos en la superficie. Al contrario, si tomamos la felicidad como una senda de crecimiento consciente, la buscaremos y encontraremos en cada paso. Sólo depende de nosotros mismos.

AUTOSANARNOS LA RESPUESTA.

Nos han enseñado a delegar nuestra salud a otros. Terapeutas, terapias, técnicas, saberes varios que nos intentan ayudar, pero dejándonos de lado. La sanación nace en nuestro interior, porque el trastorno y la enfermedad proviene de la desarmonía interior. 

Así es. No debemos buscar las respuestas fuera, sino en nuestro interior, en la armonía de nuestro cuerpo/Jing y espíritu/Shen, en el equilibrio de todos nuestros planos existenciales y, sobre todo, en el fluir del Soplo/CHI. Escucharse, entenderse, reconocerse, quererse y respetarse. El Maestro corazón sabe, conoce perfectamente lo que necesitamos, lo que tenemos en exceso o en falta. Él nos indica, en unión con todos los órganos y emociones, así como el Soplo, como debemos cuidar nuestro estado de salud, de salud holística. Y todo comienza con un estado de Paz interior y felicidad. Nosotros nos auto sanamos. Todo lo demás, exterior, terapeutas, terapias, técnicas, saberes, nos ayudan desde el respeto, el respeto a que somos Seres sintientes.